Comprar una cama elástica para niños es una idea que se nos ha pasado a casi todos por la cabeza, sobre todo de cara al buen tiempo y si tenemos algo de espacio como un jardín o un cuarto de juegos. Sin embargo, aunque nos pueda parecer una idea genial, hay algunas cosas que deberías tener en cuenta antes de comprarla.
Leer antes de comprar una cama elástica para niños
No todas las camas elásticas son iguales ni tienen las mismas características. Aunque a simple vista pueda parecerlo, las camas elásticas para niños deben cumplir una serie de requisitos básicos que no necesariamente deben cumplir las que se dirigen a los adultos. De la misma forma, al instalar una para los más peques deberás tener en cuenta algunas cosas que no son tan importantes cuando montas una cama para mayores. Si quieres descubrirlo todo, ¡no dejes de leer!
¿Qué camas elásticas son mejores para niños?
Repasamos, antes de nada, las características que debería cumplir una cama elástica para niños. Si buscas una que tenga todas estas características, ¡la seguridad y la diversión estarán servidas!
1. Con red de seguridad
Buscar una cama para saltar con red de seguridad es un imprescindible de la seguridad. Con ellas evitarás que el peque pueda saltar fuera de ellas, caer al suelo o resbalarse por el borde. La cama será todavía más segura si la puerta de acceso a la misma cuenta con una red, removible, por ejemplo, con velcro y no es una simple apertura.
2. Sujeción y anclaje seguro al suelo
Cuando se trata de camas elásticas para niños, el anclaje al suelo es una cuestión de vital importancia. Los más peques pueden no ser conscientes en todo momento de la estabilidad que tiene el trampolín o de si este está separándose del suelo por algún lado. Por ello, es mejor prevenir y buscar camas con patas en forma de V o con topes.
3. Marcos y barras de seguridad acolchados
Cuando compres una cama elástica para niños, debes asegurarte de que de que todos los elementos como los marcos o las barras que sujetan la red de seguridad estén acolchados o recubiertos de un material que sea más blando. Esto evitará que los peques se puedan hacer daño con los golpes o las caídas. El polietileno o las almohadillas son dos de los elementos más utilizados para proteger estas partes y acolchar los tubos o las juntas. Debes revisar también que los muelles y los enganches no estén a la vista para que no puedan poner las manos en ellos y pellizcarse. Si la cama elástica que has estado viendo no cumple estos requisitos, pero se ajusta en todo lo que andas buscando, también puedes optar por cubrir tu mismo todos estos elementos, bien con telas o con tubos de espuma o polietileno.
4. Elementos señalizados
Por último, todos los elementos de una cama elástica, que no sean zona de salto deberán estar correctamente señalizados con un color diferente al del elástico para evitar cualquier confusión. Pues, mientras las caídas o golpes en el suelo o en la red no producen ningún daño, los saltos sobre el borde de la cama o un golpe desafortunado sobre algún poste si puede hacerlo. Por ello, se recomienda que los acolchados y materiales que se hayan usado para recubrir los elementos metálicos vayan marcados en un color más vivo, también el borde duro sobre el que se ancla la cama elástica. Es fundamental que los peques entiendan que estos elementos son de seguridad y no para jugar o saltar sobre ellos.
¿Dónde debo colocar la cama elástica?
Si ya has comprado una cama elástica que cumple con todo lo anterior, ha llegado el momento de buscar el lugar donde ponerla. Tratándose de una cama elástica para niños, es recomendable situarla en un lugar al que no puedan acceder sin ayuda. Así evitarás que puedan usarla sin que te des cuenta, sobre todo, cuando son muy pequeños. Al mismo respecto, es importante que nunca olvides puesta la escalerilla de acceso a la cama elástica. Cuando los peques se hagan un poco más mayores y, si consideras que pueden hacer uso de la cama elástica sin una supervisión constante, puedes colocarla en un lugar que puedas tener más o menos controlado mientras realizas otras cosas.
Por otro lado, es importante preparar el suelo sobre el que vayas a colocar la cama elástica. Son preferibles las superficies lisas o llanas que además puedan suavizar las caídas en el caso de que se produzcan. El suelo elegido suele ser de césped. Pero, si no tienes, puedes preparar la zona usando arena, virutas de madera u otros elementos acolchados como las moquetas de goma. Por último, debes evitar ponerla cerca de elementos decorativos, vallas, árboles u otros columpios, así, si sufrieran alguna caída.
Unos últimos consejos…
Por último, aunque la cama elástica que elijáis tenga todos los elementos de seguridad necesarios para que su uso sea apto para niños, la seguridad no estará garantizada si no se establecen antes unas normas de uso básicas.
Por ejemplo, debes procurar evitar que salten muchos niños a la vez, pues, si se excede el peso máximo recomendado. Por ello, debes animarlos a jugar por turnos y, a poder ser, haciendo que los niños de edad similar salten juntos. Tampoco está de más comprobar, antes de que empiecen a usarla que entran sin zapatos, collares, pulseras o cualquier otro objeto del que puedan quedarse enganchados. Y, lo más importante, debes recordarles que saltar no es sino un juego más en el que todos deben pasárselo bien y hay que vigilar no hacerle daño a nadie.
Estamos seguros de que, si sigues todos estos consejos, ¡la diversión estará asegurada! Ahora solo falta ver quien consigue el salto más alto.
¡Muy buenas consideraciones para acertar con una cama elástica!
No cabe duda de que este artículo es ideal para que los más peques disfruten solos o en compañía. Entre todas las posibilidades, nosotros destacamos esta opción por fomentar el ejercicio y la diversión asegurada.
¡Un saludo!